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El pensamiento Liberal

Según el politólogo Norberto Bobbio, jurista, filósofo y pitologo italiano muerto en 2004, el liberalismo es un fenómeno histórico que se manifiesta en la edad moderna y que tiene su centro de gravedad en Europa. El surgimiento de las ideas políticas y económicas, conocidas como liberalismo en la Europa del siglo XVIII, sobre todo a partir de la publicación del libro La riqueza de las naciones de Adam Smith, tuvo diversas consecuencias, entre las que destaco, por su trascendencia, el enfrentamiento con los cuerpos de poder que ejercían las monarquías absolutas. El triunfo de los revolucionarios franceses y la posterior difusión de los ideales políticos y económicos que llevaron a cabo las tropas napoleónicas en su accionar bélico, alcanzaron diversas regiones del viejo continente en donde se conservaban las estructuras feudales, prácticamente sin cambios dese la Edad Media. Las nuevas ideas dejaron una cauda de seguidores del liberalismo en aquellas naciones que padecieron la ocupación del ejército galo. El liberalismo es una doctrina política y económica que, en sus funciones originarias, postula limitación del poder estatal para beneficiar la libertada individual. La Revolución Industrial en Europa y posteriormente en Ama del Norte, impulso el conocimiento de las principales tesis del liberalismo económico, inicialmente en Gran Bretaña y Francia y, posteriormente, en Estados Unidos. Liberalismo Económico El liberalismo económico propone basar la actuación de los individuos en el derecho natural: Libertada personal, propiedad privada e iniciativa y control de la producción y del mercado. Uno de los pensadores más notables fue Adam Smith, para quien la economía estaba gobernada por leyes naturales, que se mueves y se desarrollan según su mecánica interna. En el transcurso del siglo XIX la mayoría de los países europeos y de América del Norte compartieron tanto el liberalismo económico como el político. Diccionario de Historia, Anaya, España La urgencia para obtener nuevos mercados para los productores de su industria llevo a estos países a practicar una política colonialista, de expansion, sin que les importara los profundos daños que causaban a una gran cantidad de pueblos en Asia, África, Oceanía y por supuesto América. En todo el continente americano, lo movimientos emancipadores de finales del siglo XVIII y principios del XIX fueron conducidos por hombre convencidos de la ideología liberal, en cuyos documentos quedaron plasmadas con orgullo renovador las principales ideas políticas, económicas y sociales del liberalismo. Puede afirmarse que el primer objetivo de los sectores hegemónicos fue el control del poder legislativo y el fin último era obtener el poder ejecutivo y consecuentemente eliminar la influencia política de la monarquía. Estas ideas surgieron en una convulsionada etapa de revoluciones, cambios y anhelos de millones de seres humanos que esperaban que el surgimiento de nuevas estructuras de poder gubernamental se tradujera en mejores condiciones de vida. Pero la realidad fue otra: con el liberalismo se refinaron las formas de explotación y discriminación, y la brecha social y económica entre los habitantes del planeta se ensanchó de manera insultante. La concreción jurídica del triunfo del liberalismo en los diversos Estados se expresó generalmente en la promulgación de constituciones y leyes fundamentales que sancionaron la división de poderes, los derechos y obligaciones de los individuos y el resto de principios del nuevo orden social que se imponía mundialmente. En México de 1821 estaba inmerso en estas ideas que pugnaban por transformar el antiguo régimen de dominación e imponer otro sistema de opresión, con características presuntamente diferentes. El liberalismo económico, y más aun el político, fueron asumido como bandera por diversos grupos mexicanos, a partir del siglo XIX.

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